ULTRA VALLS D'ÀNEU.

Un pueblo volcado con la carrera y una calle Major totalmente engalanada para la ocasión, donde se ha respirado un magnífico ambiente durante todo el fin de semana, a lo que ha ayudado también las numerosas terrazas distribuidas a lo largo de esta calle. Realmente se estaba de lujo, tomándose una cervecita y viendo el constante goteo de corredores entrando en meta. Destacando también el ambientazo reinante en la salida de la prueba a medianoche.
Por delante esos 96 km a caballo entre el Parc Nacional d'Aigüestortes i Estany de S. Maurici y el Parc Natural de l'Alt Pirineu. Un terreno muy técnico y duro, con largos ascensos verticales y descensos vertiginosos. Un reino de lagos y granito donde lo mejor es olvidarse del crono e intentar disfrutar de los grandiosos paisajes que ofrece este recorrido. Una de las pruebas más duras de España sin lugar a dudas. Si durante la salida se podía disfrutar de una temperatura de lo mas agradable que ofreció una noche templada y en este aspecto cómoda, a lo largo del sábado las temperaturas sobrepasaron los 30 grados castigando a los corredores sobremanera y negando a muchos de ellos, demasiado, la posibilidad de poder lograr ese ansiado título de finisher.

Importantísimo era avituallar e hidratar bien, con unos avituallamientos situados en torno a los 10 km. Unos kilómetros que podían hacerse eternos debido a la dificultad del terreno, lo que hacia necesario ir cargando agua a lo largo de los diferentes riachuelos que ofrecía el recorrido, el  no hacerlo era comprar muchas papeletas para terminar con una fuerte deshidratación, como así le ocurrió a un gran número de corredores que dieron trabajo extra a los servicios médicos y que obligo a la retirada de muchos de ellos.

Y a las 9 de la mañana, y en el Port de la Bonaigüa, coincidiendo con el paso de los primeros corredores de la Ultra Trail, se dio la salida, con un nuevo circuito a la CURSA DE RESISTENCIA DE VALLS D'ÀNEU con 240 corredores en liza. Por delante 53 km y 3200 metros de desnivel positivo que coincidían con los últimos 53 km de la Ultra Trail.  Si la excesiva dureza y zonas técnicas del recorrido de la Ultra hasta el Port de la Bonaigüa hacia presagiar un terreno más benigno para esta segunda parte de la prueba, sobre el terreno poco tuvo que envidiar a esa primera parte, con una última parte de carrera bellísima, pero más dura si cabe por la zona de Tres Estanys, el Pic de la Coma del Forn (2677 m) o el Pic de Campirme (2633 m) desde ya se afrontaba un larguísimo descenso hasta la meta. Un recorrido 100 por 100 alpino y muy, pero que muy exigente destinado a corredores duros, entrenados y amantes del Pirineo.

En cuanto al tema competitivo, sería a partir del km 20 durante el kv de ascenso al Tesol, donde un muy fuerte Genis Zapater tomaría ya la delantera para dominar la prueba con una autoridad manifiesta, pasando los diferentes controles con hasta media hora de ventaja sobre sus perseguidores, ventaja que se mantuvo hasta el último alto de la prueba, el Pic de Campirme. Toda parecía decidido.

Por detrás la batalla era entre Alberto Vinagre y el vasco Iñigo Oñate. El vasco, en el duro ascenso tras el Port de la Bonaigüa, logro despegarse de Vinagre, aunque este le volvería a dar caza en el largo descenso a Isil, comprobando por otra parte que el vasco tenia problemas en el descenso. De esta forma aprovechó el último y largo descenso para terminar de poner tierra de por medio y ampliar la diferencia con su perseguidor. Y resulto que el líder había llegado a ese tramo con los pies bastante tocados y con muchas dificultades en ese largo tramo de descenso. Así, a falta de escasamente 2 km para la línea de meta Alberto Vinagre alcanzó a Genis Zapater, aunque a partir de allí decidio finalizar con este la prueba e incluso cederle el honor de coger la cinta de meta. Aunque posteriormente la organización decidiría que ambos compartieran el primer puesto. Precioso el gesto de Alberto Vinagre. Iñigo Oñate finalmente completaria el podium, aunque su llegada se retrasaría más de 40'.

En el plano femenino comenzarían mandando la francesa Celine Ringeval y la gerundense Tina Bes, aunque tras el paso por Spot sería la catalana la que tomara el mando. A partir de allí el liderato ya tuvo poca historia, puesto que Bes realizó una carrera soberbia, y con una fuerza y una calidad fuera de lo común, lograría vencer la Ultra con record, un tiempazo increíble de 18:44 horas y entrando séptima absoluta.

Tras ellas la batalla se iba decidiendo, como si de un domino se tratará, por eliminación. Así se irian retirando sus principales rivales y perseguidoras. Celine Ringeval seria la primera en caer, después abandonaría en Gerber Mirem Andueza. En la Bonaigua y con problemas intestinales, lo dejaría Aitziber Osinalde. Isil sería el lugar donde lo dejarian Isabel Aguilar y Valerie Lafitte. De esta forma una regular y muy fuerte Sara Codina seria la que conseguiría, también con algo de autoridad, la segunda posicón, mientras que la tercera sería para Marta Batalla, que realizó una carrera soberbia, con Teresa Forn pisándole los talones, pero a la que finalmente aventajo en meta en algo más de 5 minutos. De 16 corredoras que tomaron la salida 7 serian las que lograran llegar a meta.

En cuanto a la Cursa de Resistencia de 53 km, la lucha sería entre Raul Butaci y Roberto Masó, con el primero, prácticamente en cabeza toda la prueba, aunque siempre con escasos minutos sobre su perseguidor. Finalmente 4 serian los minutos que los separarian en meta. La tercera plaza, media hora más tarde que el ganador, sería para Jesús Fraile. 7 horas y 21 minutos sería el tiempo del vencedor.

En chicas la gran dominadora de la prueba sería Marta Riba, que entraría en meta en 8:38, y 50 minutos antes que Verónica Zaragoza, completando el podium Tati Orquiola. 
 La UTVA formaba parte de la Copa Catalana de Cursas d'Ultraresistencia, mientras que la CRVA esta incluida en el calendario de la Feec de Copa Catalana de Cursas de Resistencia.